miércoles, abril 06, 2005

Exijamos el cumplimiento íntegro de las penas y la expulsión vitalicia

El terrorismo y la delincuencia se nos están escapando de las manos. Tras el 11-S y el 11-M, el mundo vive angustiado y preocupado ante la posibilidad de que algo similar vuelva a ocurrir en otro lugar del planeta. En estos tiempos, donde empieza ya a imperar la globalización, el terrorismo no se ha quedado atrás y también se ha globalizado; todos los terroristas buscan lo mismo: conseguir sus objetivos sea como sea, caiga quien caiga, y se proporcionan ayuda mutuamente estén donde estén. Igualmente, los delicuentes se instalan en cualquier país con la intención de organizarse en mafias, o prosperar mediante la estafa, el robo, el secuestro, etc., empleando una agresividad hasta hace algunos años desconocida en nuestro país.

Por otro lado, en España, la lucha contra el terrorismo es ya una vieja conocida, pues desgraciadamente sufrimos los atentados de un grupúsculo de gentuza que, con la excusa de luchar por unos ideales políticos que resultan ser una farsa, se ceba en nuestro pueblo, asesinando, manipulando, extorsionando y traficando con drogas y armas. A pesar de lograr brillantes actuaciones policiales para encarcelarlos, nuestro sistema judicial, por obsoleto resulta benevolente, y contempla por igual a todos los presos, concediendo reducciones de condena que, generalmente, son más perjudiciales que beneficiosas.
Con seguridad, la mayoría de los ciudadanos apoyaría una proposición de estas características si fuera promovida por el poder político, pues ya hemos manifestado muchos nuestro apoyo a una iniciativa que contemple el cumplimiento íntegro de las penas. ¿Qué miedo tienen nuestros políticos para no proponer una medida de este tipo? ¿Que, desde el exterior, tachen a todos los españoles de “represores”? Menuda tontería. Lo único que queremos es asegurarnos de que cada terrorista o criminal tenga su merecido, y pague por sus actos. Sin concesiones. ¿Acaso a ellos les importa o preocupa el mal que puedan hacer?
Es más, expulsemos a aquellos terroristas o criminales extranjeros, guardemos su ficha, y prohibamos que ellos o sus familias puedan establecerse en nuestra tierra, pues quedó claro que no son dignos de poblarla.

Y si hay que cambiar la Constitución a este respecto, pues la cambiamos.-