sábado, septiembre 10, 2005

DESPERTAR LENTO DE PRISA

Esta mañana oigo a Dieter Brandau en "La Mañana de fin de semana" de la COPE que hoy un editorial de EL PAÍS se cuestiona la, hasta ahora, inexpugnable no relación entre el PCTV y Batasuna.
No cabía en mí de gozo, pues de esta manera "EL DIARIO INDEPENDIENTE DE LA MAÑANA" parece instar al "Gobierno dependiente de Polanco" a actuar contra el PCTV. Es complejo, pero es que España es compleja desde hace un año y medio.

El editorial en sí no tiene desperdicio, recordemos que la palabra definida no puede formar parte de la definición, y cosas como "No tienen razón quienes sostienen que las medidas actuales del juez Marlaska dan retrospectivamente la razón a su exigencia de intervención del Gobierno", denotan la cualidad del diario en sí. O sea, su existencia no se justfica en el derecho a la información, sino en el deber a la manipulación.

Recordando luego que el juez Grande -Marlaska estaba instruyendo en contra de siete de esos personajillos infectos del PCTV, con pinta de no saber qué es el agua, caí en la cuenta de que Otegui había abierto dos cuentas para pagar las fianzas a varios de esos proetarras.
Por supuesto el PSOE no ha pedido que se bloqueen las cuentas, lo ha tenido que hacer el PP, como cualquier persona razonable puede comprender.
Veamos. ETA extorsiona desde hace años a los empresarios vascos y ahora su dirigente en el área política abre cuentas bancarias para pagar las fianzas de personas a las que el juez considera sospechosas de colaborar con la banda terrorista.

No me cabe la menor duda de que si nuestro inteligentísimo Presidente se estudiara ésto el mismo número de veces que dice haber visto Bambi, lo comprendería a la perfención. Tan bien, tan bien como comprendió que un ciervo se convirtiera en el rey de la selva. Porque es un Aristóteles nuestro Presidente.

A ver si ahora que el Supremo don Jesús se ha caído del caballo, nuestro inteligentísimo Presidente, al ir a levantarlo, se entera de por dónde le da el aire. No confiamos verdaderamente en ello, pero la esperanza es lo último que se pierde, o lo último que se quiere perder.

España hoy depende de la Esperanza... De Santiago y de toda la corte celestial. Amén.