MARIANO, PRESIDENTE

Mientras esperamos a que lleguen los reporteros de BlogsProRajoy que han asistido in situ a la Convención y nos cuenten en sus bitácoras sus impresiones de este último día dejaremos alguna aquí.

Gracias a la tecnología y la libertad de internet, por eso la red no es progresista, sino de derechas y liberal, porque los tentáculos totalitaristas de don Jesús y Su Solemnidad no nos alcanzan, podrán saber quiénes somos -lo sabrán-, podrán ponernos nombres y apellidos -lo irán haciendo a medida que vayan sabiendo-, podrán amenazar y presionar -como hicieron con Gruporisa.com hace algo más de un año-, pero no podrán callarnos, sólo podrán hacerlo haciendo lo único que saben hacer bien, y ni eso -recordemos a don Segundo Marey-, y no tenemos intención de dejarnos; gracias a internet, decíamos, hemos seguido la clausura de la Convención por la página del PP y hemos podido escuchar, además de a Rajoy, a varios líderes europeos.

Nos ha sorprendido -es una ironía- que estos señores sepan mejor qué es España y la amen y respeten más y mejor que el propio Presidente de nuestra nación. Destacamos al portugués Marques Méndez ha terminado diciendo "¡VIVA ESPAÑA! Y ¡VIVA PORTUGAL!", como Dios manda, señor mío. y el discurso estelar del mejor francés que pisa hoy el planeta tierra -además de Zinedine Zidane, si nos permiten la licencia-, su Ministro de Interior, el señor que le plantó cara a la morería salvaje, valga la redundancia, que asoló París y media Francia a finales del año pasado, Nicolás Sarkozy, quien antes de dar todo su discurso en francés -para evitar el ridículo que no pudo evitar Su Solemnidad cuando tiene a bien pasearse por Francia para decirle a los franceses sus cuatro solemnidades vacuas- dijo "creo que la unidad de España, que es una gran nación". Jopé con el primo de Napoleón, esto es un buen vecino. Por cierto que es el ministerio de este vecino el que está cosechando etarras, tanta flor que se ponen nuestros prohombres en el Gobierno con su incansable lucha pero le ocultan a su pueblo -al que se deja, naturalmente- que casi todo etarra viviente en los últimos tiempos se ha detenido en Francia.

Es precisamente este tema el que más preocupa a los españoles. Con la resurrección de la casi exterminada barbarie callejera en las Vascongadas -estas estadísticas no se las cuenta el Gobierno a su pueblo, no se equivoquen y por una vez no mientan, manipulen y oculten- y con el Pacto Antiterrorista escabechado por el PSOE, encima se permiten el lujo de culpar al PP, y peor, más abyección si cabe, José Blanco acusaba hace poco a Mariano Rajoy de estar molesto porque ETA no ha asesinado a nadie en dos años.
Las respuestas de Rajoy no pueden ser más claras, el PP no sólo no es culpable, sino que hace todo lo posible por ayudar, pero por ayudar a acabar con el terrorismo, cuyo fin es conseguir algo por medio de la violencia y el terror, no por ayudar a acabar con España, que es el fin de los terroristas, y para ello tiende su mano -cursilada horrible-, en no pocas ocasiones lo ha hecho, pero lo hace para mantener la integridad nacional, la libertad de las personas y la memoria de las víctimas, no para que una nación entera se arrodille ante algunos miles de salvajes. Lo hace así porque así es la ley, entre otras cosas. Sin embargo es curioso el giro radical del PSOE en apenas 20 años. Nuestros progresistas han pasado de saltarse la ley para secuestrar, torturar y asesinar con intención de acabar con ETA -queremos pensar que con ésa y no con la de esquilmar las arcas del Estado pese a que también aprovecharon la coyuntura-, a saltarse la ley rompiendo pactos, violando la Ley de Partidos y dispuestos a atentar contra la Constitución para acabar dándole a ETA lo que pide.

Tanto patrioterismo proclamado por el PSOE pero su intención de rendirnos reforzará la idea mundial que se tiene de España desde el 14 de marzo de 2004. Y por ahí no vamos a pasar los españoles, muchos ya van abriendo los ojitos.

Mariano, estamos en el inicio del principio del fin de Su Solemnidad, ve peinándote la barba porque el próximo Presidente eres tú.