lunes, febrero 27, 2006

NO MANIPULEMOS A LAS VÍCTIMAS

Llevamos un tiempo ya escuchando desde el PSOE que no se manipule a las víctimas del terrorismo. Gran verdad y por una vez, y nos gustaría que sirviera de precedente, estamos de acuerdo. Está muy feo eso manipular a las víctimas.
Todos estaremos de acuerdo en que manipular a alguien es hacer algo, decir algo o prometer algo a ese alguien para que éste haga lo que se quiere que se haga. Es como una especie de corrupción, como un tráfico de influencias, o como un engaño si la intelectualidad del alguien no detecta el intento. Si además el manipulador tiene conocimiento y conciencia de esta tara intelectual, se produce la manipulación abyecta.

Llevamos un tiempo ya escuchando desde el PSOE y sus corifeos de otros partidos -los del Pacto del Tinell y los que deícticamente proclaman la soledad parlamentaria del PP- que los populares manipulan a las víctimas. Resulta bastante repugnante que desde estos partidos que proclaman la no manipulación se lleve la política contraria pretendiendo manipular a las víctimas al usarlas de pimpampum, como si éstas respondieran al perfil cultural del votante de bocadillo, mitin y autobús. Las víctimas y sus familiares vienen a ser personas –generalmente- letradas, con estudios y duchas en los entresijos políticos en muchas ocasiones. Muchas son fiscales, jueces o militares, guardias civiles o policías. También hay muchos concejales y políticos en general.

Sería interesante que nuestros progresistas y sus compañeros de viaje recapacitaran y observaran la diferencia que hay entre su manipulada ad hoc, Pilar Manjón –que en cuanto empezó a desmadrarse fue convenientemente silenciada-, mitinera impenitente de CCOO y administradora de culpabilidades terroristas producto de su odio visceral a la derecha. De ninguna otra víctima jamás hemos oído las barbaridades que hemos oído de esta señora, pertenecieran al partido que pertenecieran, o simpatizaran o no con cualquiera que fuera aquél.

Las víctimas, y sus asociaciones van por libre, hacen y deshacen, en la medida de sus posibilidades y dentro de la legalidad, a su antojo y según sus estatutos que ellos mismos han redactado y aprobado, no dependen de partido político alguno y sólo buscan el bien de sus asociados y el apoyo del pueblo, así como mejorar la calidad de vida de las víctimas por medio de iniciativas, no sólo legales, sino perfectamente legítimas.

Que las víctimas no quieran que se negocie con terroristas no ocurre porque Mariano Rajoy los lunes por la mañana se dedique a llamar a las asociaciones a manipularlas, o peor aún, a prometerles prebendas y beneficios. Ocurre porque saben qué resultados quieren obtener de las negociaciones. Los mismos resultados que querían obtener antes y por los que ahora son víctimas.

Que las víctimas quieran que los que mataron a sus familiares cumplan íntegramente las penas –no como el Ministro del Interior y el Fiscal General del Estado- no se debe a que Mariano Rajoy les esté engañando diciendo que esto tiene que se así porque no cabe otra cosa. Ocurre porque no quieren que no haya justicia, no quieren tener una cristalería debajo de su casa, no quieren que los que se rieron de ellos en el juicio se rían ahora de ellos en la calle.

Que las víctimas no quieran que el Gobierno claudique y venda España no ocurre porque las víctimas se crean el discurso de Mariano Rajoy contra el Estatuto y a favor de la Constitución y la Unidad Nacional. Ocurre porque las víctimas por sí mismas creen en España, son víctimas por España y con todas las imperfecciones, políticas, judiciales, democráticas, legales, populares, etc., de España quieren a España.

A ver si Su Solemnidad y el señor Secretario de Organización del PSOE -que ahí se entiende todo- se enteran de una santa vez, las víctimas no se dejan manipular por el PP, ni siquiera son las víctimas las que están con el PP, es el PP el que está con las víctimas. Porque Dios los cría y ellos se juntan.

Por eso están ustedes en el Pacto del Tinell.