lunes, enero 23, 2006

AMEN DICO VOBIS QUIA UNUS VESTRUM ME TRADITURUS EST

No hace falta ser J.C. para decir esto, lo sabíamos desde el 13 de marzo de 2004. Hasta ese día “sólo” había habido una oposición pancartera, dura aunque legítima en lo político, pero de manifestación bélica y turbamulta callejera, de permisividad para con los perros callejeros, las huestes progresistas, los mercenarios subvencionables de las artes escénicas. En lo político el 13M nos dimos cuenta hasta dónde serían capaces de llegar.
El 13M fue nuestra última cena. España no es J.C., pero ZP sí es Judas.

Nuestra via crucis comenzó el mismo día 14 de marzo, que nos perdonen las víctimas, pero nos referimos a lo político, al estado de la Nación. Aquel día nos echaron la cruz al hombro, después de más de un año de pasión, nos hicieron subir por las calles empedradas, entre escupitajos, latigazos e improperios, camino del gólgota avanzamos a duras penas entre la conmiseración y piedad de la gente de bien, nuestras particulares verónicas que desde fuera de España contemplan incrédulos y solidarios el lamentable espectáculo. Escuchan hablar- sujetándose la barriga por la risa- de la "Alianza de Civilizaciones" al sanedrín del PSOE, mientras éstos y los fariseos nacionalistas -que se proclaman etnia, nación y raza aparte- machacan sin piedad el espíritu de la “Alianza”, mordiendo la mano que les ha dado de comer siempre, más aún, la mano que, aun descarnada, despellejada y sangrante, pretenden que les siga dando de comer porque, sí, hay que crucificar a España, pero recuerden cómo se pedía la pena de muerte para el ecce homo en el Palacio del Gobernado Pilatos “caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos”. Crucificad a España, sí, pero como el Cid, que siga pagando después de muerta. Es lo que hacen quienes no tienen decencia, limpiar los bolsillos del finado, sólo que el indecente ratero al menos administra la extremaunción dando la jeta, y se carga el muerto con luz y taquígrafos, con eso que los cobardes traidores presumen de hacer mientras en privado se juegan a los dados la túnica del futuro cadáver, mandando sicarios y si pueden vigilando para que no resucite.

Presidente Rodríguez Zapatero, traidor, ya has besado a España, coge el dinero y corre. Corre porque de ti no podemos esperar nada más. No tienes ni la mínima decencia que Judas tuvo al acabarse.