jueves, junio 15, 2006

SI gana Terra Lliure, NO gana la libertad

Una vez más presenciamos cómo la libertad de expresión en España no puede ser libremente disfrutada por todos sus ciudadanos, y, además, aquellos que la impiden lo hacen con impunidad total y sin tener que rendir cuentas a nadie puesto que en su infinita capacidad manipuladora se enrollan en la bandera de la democracia y el que no está con ellos está contra el pueblo y la propia democracia.

Triste favor se están haciendo los catalanes a ellos mismos al no plantar cara al nazionalismo opresor y tirano de que disfrutan, por culpa propia, por gobierno. ¿Cómo es posible que en el siglo XXI, en España, en democracia, se pueda leer este titular? Pues sí, señores, casi como en Cuba, o ahora Venezuela, China..., países donde, como todos ya sabemos, los ciudadanos gozan de plenas libertades económicas y sociales. Países donde, según los titiriteros progres, la gente es feliz y vive bien, sin problemas ni complicaciones, paraísos de la libertad, democracias avanzadas. Ahora bien, países a donde ellos no se van a vivir, lo que sería un respiro para el resto de los españoles que no aguantamos sus giliprogreces, demagogias, estupideces, hipocresías y falsedades y encima les pagamos, por bemoles, sus subvencionados sueldos por su bazofia "celuloídica".

Es tanta la basura que los nazionalistas catalanes, durante tantos años de gobierno, han vertido sobre el oasis catalán que ahora no hay manera de limpiar la mierda. Por muchos poceros que lo intenten el olor a cloaca y podredumbre ha apestado a toda la Comunidad de Cataluña.

Artífice importante, entre otros, de tamaño desastre no es otro que el Sr. Montilla quien, a mayor abundamiento, le echa la culpa a los de siempre. Tiene, para más inri, la desfachatez de decir que la imagen que se da de los catalanes es la de "intolerantes" ¡toma, pastillas de goma! Me contará usted señor Montilla la imagen que dan las noticias que provienen de por allí. Se boicotean actos electorales -siempre de los mismo, o sea, de los que no están con ustedes-, se agrede a los políticos no nazionalistas -esos que no están con ustedes- y ustedes no hacen nada por evitarlo, condenarlo, etc. Seguramente esa imagen, para desgracia de los ciudadanos de Cataluña, la están dando los más radicales de todos que ¡oh!, casualidades del destino, son los que están gobernando allí, en coalición.
Nos gustaría que nos aclarase, Sr. Ministro, si hay "intolerancia" es ésa práctica de un compañero suyo de partido contra quienes no son de "sangre pura" y considera que un charnego -como usted- no puede imperar en Cataluña.
A que no hay Torrelodones, señor Ministro...