¡AY! ZAPATERETE... SI NO SABES TOREAR ¿PA´ QUÉ TE METES?

Se dice que una imagen vale más que mil palabras. Aquí además de la imagen vamos a poner unas cuantas palabras, porque si alguien ve la imagen puede pensar que nuestros genios del Gobierno estaban indispuestos, o que aún no había comenzado la corrida. No fue así, pero no le faltará algo de razón a ese alguien, puesto que nuestros genios del Gobierno están indispuestos permanentemente, tanto intelectual como laboralmente -y es que como se suele decir, trabajan menos que los Reyes Magos, que trabajan una vez al año y además de hacerlo sentados, es mentira-; pero además es que tampoco había comenzado la corrida. Llevamos dos años esperando que empiece.

El personal de la plaza apareció hace más de dos años, una fatídica mañana de marzo y dejaron con una entrada ruidosa -que es como le gusta ahora a nuestros progresistas llamar a lo que hacen las bombas, ruido- todos los preparativos para lo que vendría. Los subalternos salieron al ruedo el día 13 de marzo, una tarde de sábado previa a unas Elecciones Generales, violación de la Ley Electoral al canto promovida por los soles mediáticos del PSOE y representada por un señor que hoy aún se sienta, cuando va, en un escaño en el Congreso de los Diputados y que en su día fue el portavoz del Gobierno del PSOE que cometió los secuestros y asesinatos de los GAL, con sus correspondientes y tradicionales socialistas robos de las arcas del Estado.

De la corrida nada sabemos, dos años, dos desde que se abrió la plaza y nada de la corrida. De los toreros sí. Hace dos años que hicieron el paseillo y desde entonces no hacen más que ajustar, mirar y remirar, pulir y bordar los trastos, el problema es que ni saben cómo, ni pueden, y lo peor, ni quieren.

Nuestro Presidente, quien se supone que es el torero que se va a encerrar con los astados, aparece cuando le da la gana, además ni sabe cómo hacer un pase de pecho, ni sabe vestir el traje de luces, ni tiene arrestos para ser matador, ni puede citar al toro porque no tiene voz, la pena nuestra es que sí tiene voto, y para eso precisamente ha aparecido hoy, nada más que para eso, para votar.

Según nuestros progresistas merecíamos una España mejor y Su Solemnidad se metió para arreglarla, si no sabe... ¿Para qué?

Hoy se votaba la reforma del Estatuto de Cataluña, ese engendro infame, asesino de España y violador de la Constitución española y Su Solemnidad, "Er niño de los trenes", nos ha hecho a todos un recibimiento a porta gayola cuando el público se estaba yendo, había pegado el capotazo desde el hotel y ha sido la subalterna de la Vega la que ha pretendido dar los pases, señora Vicepresidenta, para eso hace falta tener enfrente un enemigo y en un debate con Rajoy usted tiene menos que hacer que un cojo en Sanfermines. En salir a hacer un ensayo y soltar su precocinado rollo demagógico, cierto es, son ustedes unos maestros, malos permítame, porque cocinan unos bodrios que no los quisiera un espartano, pero les salen todos como si fueran cocina de alta expresión, vamos, como si tuvieran mano en los diarios donde hacen la crítica culinaria. (Ironía).

Mientras Rajoy ha hecho un discurso (aquí en formato PDF) donde deja claro qué es esa reforma, qué va a conllevar y qué va a perpetrar contra España, el señor Presidente no sabemos dónde andaba. Sólo apareció para votar, y votó. Vive Dios que votó. 154 votos en contra y 189 a favor.
El Congreso de los Diputados de España ha aprobado el asesinato de España. Si alguien ha dicho alguna vez que tirar piedras contra el propio tejado es de imbéciles, ya sabe a quién no tiene que volver a votar nunca más en la vida.

Una de las cosas que le ha dicho hoy Rajoy al escaño vacío de Su Solemnidad, Rodríguez Zapatero, ha sido: "no tiene la valentía ni la vergüenza torera de estar aquí, en el debate más importante de la legislatura".

Se puede decir más alto, pero más claro, no.