jueves, abril 13, 2006

LO CONFESAMOS... LAS CARTAS NO SON DE ETA

Qué chicos tan listos, ahora entendemos cómo ganaron las elecciones, no somos capaces de comprender, eso sí, cómo siendo tan inteligentes gobiernan como una pandilla de ceporros y de apandadores, será porque tenía razón la mamá de Forrest Gump, "tonto es el que dice tonterías".

Pero ¡quia!, miren por donde que esta vez nos han pillado. El portavoz parlamentario del PSE, el señor Pastor -nada le falta- se ha percatado sagazmente de que las cartas que presuntamente había enviado ETA a los empresarios navarros y vascos no son de ETA, ¿cómo iban a hacer estos chavales tan majos cosas así? Válganos.

Pues sí, lo reconocemos, hemos sido nosotros, dos fascistillas de chicha y nabo -con perdón- que quieren entorpecer el "proceso de paz" porque estamos enfadados porque ETA no mate, algo así dijo José Blanco, la verdad ¿quién de nosotros no querría volver a ver a otra niña sin piernas como Irene Villa?, o ¿cómo vuelve a morir, producto de la equivocación de alguien que ha hecho mucho por la paz, una persona muy cercana de su familia? Pues nosotros.
Sí lo confesamos, hemos escrito las cartas y las hemos mandado, además pensamos en sacar tajada de ello, vamos, que no sólo vamos a crispar y entorpecer el "proceso de paz" para ver si hay otros mil muertos, sino que encima nos vamos a hacer ricos. Es una medida extrema, lo sabemos, pero como La Caixa no nos da Montillas, y los hermanitos socialistas de la Caja Vital tampoco nos va a dar un duro porque no somos terroristas, hemos decidido estafar a los empresarios, qué se fastidien.

También las inmaculadas placas de matrículas que últimamente han sido robadas y las armas cortas y los coches y las troqueladoras, etc. son obra y gracia de nuestros hurtos. Lo reconocemos desde ya, a ver si con esta pública confesión el señor Fiscal General del Estado y nuestros dignísimos gobernantes se apiadan de nosotros y nos dedican néctar y ambrosía como a los asesinos, total, nosotros no hemos llegado aún a matar a nadie. A lo mejor por eso mismo nos viene a buscar la Policía, y más ahora con nuestro nuevo y flamante -nunca mejor dicho- Ministro violador de la Ley Electoral, ya sabemos qué pasa cuando un Ministro progresista quiere detenciones, generalmente de gente de derechas en actitud vociferante, cosa mucho más grave que asesinar y secuestrar o robar o extorsionar, sobre todo si eres un "fascista", un rancio, si eres un progresista no pasa nada, por eso a 100 años de delitos los llaman de honradez.

Es obvio que si Cristo viviera hoy no lo crucificarían entre San Dimas y Gestas, el buen y el mal ladrón respectivamente -aclaramos por si nos hace el honor de pasar por aquí la cultísima directora de nuestra Biblioteca Nacional, doña Rosa Regás-, pues ninguno de los dos que le acompañarían en tan nefasta suerte sería socialista.