domingo, junio 18, 2006

RIP

Ya está.

Muerta y, enseguidita, enterrada. El muerto al hoyo y el vivo al bollo. No somos nadie. Entre todos la mataron y ella sola se murió. Como dijo Cristo en la cruz, “todo está consumado”. Se acabó lo que se daba.

Así está España merced, entre otras cosas, a la infame campaña electoral pro-estatuto (inconstitucional) plagada de irregularidades perpetradas desde las propias instituciones catalanas y de los “institucionosos” prohombres de la progresía neonacional, capaces de justificar que a otros -menos prohombres, pero más retrógrados, osados nostálgicos del rancio conservadurismo profascista archinacional- les pongan la cara como a un pan en plena calle las hordas de salvajes amparadas por los prohombres, por crispar y atentar contra la integridad de la neonación.

Ya están los buitres repartiéndose la carne tumefacta, el cadáver a palos aún caliente de España yace en la mesa junto a una urna electoral, pero los politicastros traidores ya están dando alaridos de victoria, como un salvaje a punto de arrancarle el corazón a su enemigo, aún vivo, para comérselo con la insana intención de que el futuro finado -como un Prometeo cualquiera- mire con la cara de idiota que se tiene que tener en un momento como ese.
Empezando por el mayor traidor de la historia de España -sólo igualable a la indecencia del Borbón Fernando VII- a quien todo le parece cojonudo y ya ha salido a manipular las cifras: si en Cataluña votan sólo el 50% y de ese 50% el 74% vota que sí los resultados son espectaculares. No, no… que nadie se equivoque, el hecho de que dos tercios de los catalanes no hayan votado que sí a la muerte de España, Su Solemnidad, el traidor, se lo restriega por donde dijimos; y terminando por los soles mediáticos del partido de los GAL, del partido que negocia con ETA, del partido que oculta la verdad del 11M…

Todo este descomunal ejercicio de democracia, en el que unos –los que se van a repartir la túnica del difunto- deciden sobre el futuro de todos, viene abalado por las carcajadas “hienáticas” de la Vicepresidenta contra los 4 millones de personas firmantes –casi el doble de los que han asesinado con la ayuda del Gobierno a España, cría cuervos- que el PP consiguió para que el referéndum fuera nacional, no regional. Nada, machote, aquí te administran la muerte por prescripción facultativa y no tienes derecho al pataleo. Viene el corrupto condonado "caixero" de turno y su caterva de ladrones y te endiñan la ración de guadaña, y para colmo, como estamos en un país laico, ahí te jodan y te “extremauncione” San Perico cuando llames al telefonillo del ático. Como coartada, para obtener el perdón y que los gorilas celestiales te dejen entrar en la fiesta eterna, la de mártir: “San Pedro, hijo, fíjate si era buen cristiano que resistí viviendo entre infieles… ni confesarme quisieron”.

Pues átense los machos porque si lo del preámbulo y la Nación catalana era mentira –véase aquí y nótese como en el articulado también viene-, no queremos ni contar cuándo en la democrática Cataluña empiecen a darse de palos las castas, los Pepes de Córdoba contra los Jaumas de La Seu. Cuándo los funcionarios que no hablan catalán tengan que pasar una depuración para mantener su trocito de pesebre. Cuándo la justicia de allí sea hecha y administrada por los tíos que ahorcaron a Montesquieu. Cuándo algunos se den cuenta de que “pluralidad” sólo quiere decir más de uno, pero de los suyos. Cuándo los que se consideraban de los suyos se den cuenta de que son como los otros, y peor, un quiero y no puedo. Un Jauma transexual.

Sólo nos queda rezar, que esto acabe pronto y como la alegoría del Sábado Santo sevillano, Mors mortem superavit: la muerte ha superado a la muerte.