ECHANDO CUENTAS

Ciertamente es para quedarse helado. Un artículo del Financial Times aparecido en el suplemento del pasado domingo, 14 de enero, asegura que España es el segundo país más endeudado del mundo después de Estados Unidos. ¡Toma ya!

Pero tampoco hay que dejar de lado los datos que estas semanas nos vienen ofreciendo los medios acerca de en qué se va el presupuesto del país.

Por ejemplo, sólo teniendo en cuenta que en dos años, España se ha gastado cerca de 70 millones de euros en la inmigración ilegal, y que sólo el arreglo del parking de la T4 nos costará la friolera de 42 millones de euros aproximadamente, no quiero pensar el montante total del resto de gastos que tiene el país, y que sí son necesarios, o en qué no se podrá ya invertir ese dinero porque a la ETA le sale de los "vagones" que paguemos sus caprichos independentistas. ¿Es ésta la buena gestión del gobierno?.

De verdad que no es comprensible como en España, cuando nos tocan el bolsillo, parece no importarnos. Que los progres nos roban, pues nada, les perdonamos o les indultamos; que los titiriteros nos esquilman, pues tampoco pasa nada, al fin y al cabo, dicen que es arte (?); que los terroristas destrozan todo lo que pueden, ya sea material o humano, pues paguemos, a ver si dejan de hacer ruido; que la juventud de ahora destroza el mobiliario urbano en sus noches de borrachera, pues venga dinero, que nos quema en el bolsillo. Eso de concienciarse y mantener limpia la ciudad de papeles, basura, colillas, graffitis, etc., ¿para qué?, si pagamos un servicio de limpieza que a saber lo que nos cuesta al año.

Quizás, si no hubiera que gastar tanto en estas cosas, los impuestos podrían bajarse y seguramente repercutiría beneficiosamente en todos nosotros, que luego nos quejamos de no poder llegar a fin de mes.