miércoles, junio 29, 2005

GANAR NO ES SUFICIENTE

Vivimos días de vergüenza para la palabra democracia.

El pueblo español, anestesiado por el 11M y lo que siguió, asiste y colabora con su silencio a un espectáculo que en ninguna democracia mundial, de las de verdad, no esas pseudodemocracias bolivarianas, es siquiera imaginable.

Al partido Socialista se le llenan los micrófonos con ese ente político que se ha dado en llamar transfuguismo. Todos recordamos el "tamayazo" en la Comunidad Autónoma de Madrid.
Los socialistas se empeñaron en que era transfuguismo, cuando sólo era "fuguismo", porque no hubo "trans-", o sea, Tamayo y Sáez no se pasaron a otro partido, sino que se negaron a someterse a la disciplina de su partido. Pero éso al PSOE le da igual, ellos mienten que ya colará.

Mintió la señora parlamentaria Helena Almazán diciéndole al hoy ilustrísimo embajador de España en EEUU, Carlos Westendorp, que hiciera un receso en la sesión porque dos compañeros habían sufrido un "percance". Luego vimos que eran más bien los socialistas los que habían sufrido el percance. Su ilustrísima el embajador, naturalmente, retrasó la votación los quince minutos que su colega de partido le pedía.
Aquella pinza, por la fuga de los parlamentarios, le salió mal al PSOE, sus dos colegas les dejaron con el antifonario al aire; pero estaba en marcha con la cantinela famosa de la "legitimidad".

Ahora no sólo me voy a referir a la pinza que van a hacer los socialistas con los nacionalistas gallegos, que se inventan la historia de España y de Galicia y nos piden encima una presunta deuda de 21.ooo millones.
En esta “democracia” está clarísimo que para que gobierne la derecha tiene que ganar con mayoría absoluta. Ganar simplemente no es suficiente.
Dicen los socialistas, y con el eco de los demás partidos, vuelven a decir, que el PP está solo. Es obvia la estrategia de los partidos políticos “todos contra el PP”.
No es difícil adivinar por qué. Si uno quiere traicionar a un compañero de viaje y robarle las alforjas, para ese viaje, se busca al más tonto. Éso es lo que hacen los nacionalistas. ¿Prefieren al PSOE?, no, simplemente saben que destrozar España y lograr sus anticonstitucionales objetivos, con el PSOE es tan fácil como quitarle el caramelo a un niño.

Pero, además de esta perversión y manipulación constante de la palabra democracia, vamos a caer en a algo que ya no es legítimo, ni moral. La mentira, el engaño.

Oímos y leemos a los socialistas decir que han ganado las elecciones... Le oímos a Pepiño Blanco decirlo así, y quedarse tan tranquilo. Se lo oímos decir el 19 de junio, con el riesgo que conllevaba el no conocer los votos del CERA (o ¿si?, ¿sabían algo?).
El hecho irrefutable es que el PP ha ganado las elecciones gallegas con 200.000 votos más que el PSOE, es más, ha ganado con una diferencia en porcentaje que duplica y añade dos puntos a la diferencia que el PSOE sacó en las elecciones generales al PP.

No se trata de mentir por mentir, no se trata de que busquen sacarnos de nuestras casillas a las personas normales, quiens leemos los resultados y no nos podemos creer lo que oímos, no es arbitrario, no es porque sí, no es casualidad; es una estrategia.
Ellos consideran a la derecha una enfermedad. Un experto contra la enfermedad aplica una medicina, ellos, inútiles, dejan morir al enfermo, pero le aplican morfina, lo anestesian, lo drogan, lo subyugan e inutilizan. El enfermo muere dormido ante la incapacidad del matasanos de salvar su vida, éso sí, la criaturita no ha sufrido, no se ha enterado de nada. Ojos que no ven, corazón que no siente.

El PSOE no puede consentir que el pueblo sepa que el PP ha ganado unas elecciones, no puede ser que la gente sepa que a pesar de las maravillas, las alianzas de civilizaciones, el talante, el diálogo y el progreso, Europa, los casamientos de los homosexuales, la propaganda, etc., haya un sitio de España donde resida un número superior de personas, 200.000, que prefieran a la derecha.

Éso hay que esconderlo, hay que ocultárselo al pueblo. Que no sepan, que no se enteren.

Así es el PSOE, todo para el pueblo, pero sin el pueblo.