martes, julio 05, 2005

¿DÓNDE ESTÁ EL HONOR DE LOS MILITARES?

No creo equivocarme si afirmo que todos los civiles consideramos el honor como pilar básico de la moralidad militar, entre otros valores y principios que se etienden también inherentes a la vida castrense y a sus códigos de conducta. Una vida esta que, por otro lado, es elegida libremente por aquél que la escoge y, en consecuencia, plenamente asumida por sus familiares, que deben respaldarla.

Pero, ¿Cuál es el significado de la palabra honor? El D.R.A.E dice ésto:
(lat. honor, -ōris).
1. m. Cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo.
2. m. Gloria o buena reputación que sigue a la virtud, al mérito o a las acciones heroicas, la cual trasciende a las familias, personas y acciones mismas de quien se la granjea.
Y es que lo acontecido hace unos días en el Congreso, respecto al accidente del YAK-42 en mayo de 2003, me ha dado que pensar.

Esta situación tiene muchas reminiscencias de aquellas imágenes que pudimos ver en televisión cuando ZP retiró cobardamente a nuestras tropas de Irak. Sí, aquellos familiares a pie de pista, recibiendo a sus militares con banderitas del PSOE. ¡Qué bonita estampa, oye!, puritita propaganda electoral y política. Para luego enterarnos de que el resto de las tropas internacionales se reían y mofaban de nuestros soldados llamándoles "gallinas" y gesticulando en consecuencia.

Todo ello, aderezado con un poco de sensacionalismo y triunfalismo progre a cargo del Grupo Prisa y sus medios, nos brinda una vez más la patética imagen de nuestra España en decadencia. Un retrato de cómo la sociedad actual va perdiendo sus valores más fuertes e importantes y que se vende al mejor postor por un "plato de lentejas".

Pero qué más le da a ZP si nuestras tropas quedan en ridículo con tal de sacar tajada política.
Todos sabemos de lo que es capaz este desgobierno que sufrimos, y lo poco que le importa la imagen, la patria, los valores tradicionales, etc. Pero que nuestras Fuerzas Armadas hayan permanecido impasibles ante tanto menosprecio y ninguneo me parece, cuando menos, increíble.
ZP ha conseguido que todo lo admirable en un militar, esto es, el honor, el valor, el patriotismo, el aplomo en situaciones difíciles, el carácter solidario de las misiones de paz, y demás bondades de la ética castrense, haya quedado reducido a la nada. Ha desvirtuado total y absolutamente la imagen de esa institución y la ha dejado a la altura del betún. Pero también los familiares tienen su parte de culpa por no haber dado la cara.

Y es a este punto dónde yo quería llegar. ¿Cómo es posible que, en estos casos, ni los militares ni sus familias hayan dicho nada? ÉSTO NO PUEDE SER ASÍ. No es posible que les parezca lógico, justo y normal que sus hijos/as, hermanos/as, tíos/as, padres/madres militares no desempeñen su trabajo fuera de España, o en lugares donde puedan correr peligro. Estas circunstancias son intrínsecas al puesto, y si no lo quieren asumir o entender es su problema y su desgracia moral.
Así pues, me pregunto yo: ¿dónde está el orgullo de los militares? ¿Acaso tenemos ahora un ejército de cobardes? ¿Se considera una lacra tener un familiar militar? ¿Dónde está el honor de unos y de otros? Atrás quedan esos años donde, para una familia, tener un militar en su seno era motivo de satisfacción y orgullo. Todo un mundo que se intentaba transmitir a los hijos casi como una vocación o tradición familiar. *