martes, diciembre 06, 2005

LA MATERIA NI SE CREA, NI SE DESTRUYE, SÓLO SE TRANSFORMA

Acabamos de conocer unos resultados bastante reveladores. Según la encuesta del EGA, que elabora Sigma Dos, la COPE crece espectacularmente, y concretamente Federico Jiménez Losantos supera ya al matinal de la SER.
Desde que se fue Iñaki ya nada es igual en la cadena que nos informó, según tres fuentes distintas, sobre los terroristas suicidas.

El señor Gabilondo, no sabemos si por el impúdico fondo rojo que le han colocado a sus espaldas durante sus informativos en Cuatro, el canal ad hoc para que PRISA siga sin pausa, parece que anda de capa caída y que echa de menos los madrugones y los cafés de redacción. Hace no mucho, Iñaki Gabilondo, para que de vez en cuando los que nunca le hemos escuchado sepamos que sigue existiendo, soflamó en contra de la Conferencia Episcopal por el “lenguaje incendiario” de su cadena de emisoras. Algunos pretenden confundir la II República con la contemporaneidad e intercambian a los actantes. Mal andamos cuando hay que mandar a un primero venido a último para atacar al caballo que viene por detrás, que, en esto de las carreras, es el que suele ganar.

Como suele decir Jiménez Losantos desde su “atril crematístico” cada vez que alguien habla mal de la COPE le manda tres oyentes y, de esos, al menos uno se queda. De ahí el ascenso de la audiencia de la COPE. De ahí y del despertar del pueblo, que tras un período en la sala del sueño contempla estupefacto unos ataques que jamás se han producido en democracia alguna desde los poderes del estado contra un medio de comunicación. De ahí y del hartazgo que producen las acciones del Gobierno que se presumía, por algunos, del diálogo y del consenso, pero que se desenmascaró prácticamente desde el principio, prácticamente desde el mismo día 14 de marzo de 2004, cuando los pacíficos del “queremos saber” guardaron sus carteles espontáneos y empezaron a pensar en eso de “el muerto al hoyo y el vivo al bollo”. De ahí y de la repugnancia que produce la colaboración liberticida de los socios del Gobierno, necesitados de silenciar a los únicos que hablan del “Carmelazo”, de los “tres por cientos”, de los impagos de Montilla y de la política nacionalsocialista que, en materia lingüística y no lingüística, lleva a cabo el Gobierno Tripartito en la Comunidad Autónoma de Cataluña.

Ayer supimos que a los Mossos d’Esquadra les prohíben escuchar la COPE en los coches patrulla, so pena de reprimendas o sanciones encubiertas. Hoy sabemos que desde CiU, con un curioso argumentario producto de la visión de un visionario, se mandan correos electrónicos de manera masiva a los eurodiputados para que no apoyen la iniciativa de Luis Herrero en defensa de la libertad de expresión.

Les molesta el ruido de la libertad, por falta de efectivos no pueden sancionar, como a los policías autonómicos, a todos los que escuchamos la COPE, así que los métodos van más allá y pretenden la amputación.
Lo peor, porque ya sabemos que clase de gente son los nacionalistas, es la colaboración descarada del PSOE, el partido en el Gobierno.

Piensen, señores del Gobierno y compinches, de dónde están saliendo los oyentes de la COPE mientras que la SER pierde audiencia. Recapaciten y si no, al menos egoístamente, observen la posibilidad de que PRISA es una empresa, que se mueve por intereses económicos, y que las pérdidas de consumidores en beneficio de la empresa rival traen consecuencias.