domingo, noviembre 27, 2005

¿BOICOT?; NO, JUSTICIA.

La verdad es que se ha formado un buen lío, y lo que te rondaré morena, en el entorno político-económico-social de Cataluña (y en toda España ¿eeeh?, no veáis como estaba esta mañana el "Carrefú", todo el mundo hablando del "Estatú") respecto a la venta, o no venta -he aquí la cuestión- de sus productos en el resto de la pluralidad de España y el presunto boicot que presuntamente están sufriendo los mismos.
Para ello, y para hacerse ahora las víctimas, se han cargado hace pocos días una web, Compreu no compreu, que subvencionaba el Gobiero autonómico catalán, en la que, amablemente como hacen todo los totalitaristas, indicaban qué productos había que comprar porque etiquetaban en catalán, culta y dignísma lengua que hablan algo más de 3 millones, y cuáles no porque etiquetaban en español, koiné patética y lamentable corrupción del latín que apenas hablan 400 millones de "jipis" en el mundo y estudian otros cuantos millones. Cuanto anticatalán hay en el mundo, pobre Pérez Rovira, cuan incomprendido es.

Pero yo diría, más bien, que tal boicot no existe o, quizás, no lo llamaría así. Me pregunto ¿por qué los nazionalismos justifican sus maldadades echando la culpa a otros? Desde siempre, de todos los problemas que han surgido en aquellas regiones con gobiernos ultranazionalistas, como el catalán o el vasco, le han echado la culpa al Gobierno Central porque gobierna para todos los españoles, en unas ocasiones, y a la comunidad internacional porque no hace caso de su locura, en otras. Siempre soltando la basura que ellos mismos creaban y acusando a terceras partes. Se creen gobiernos perfectos, y quieren crear su pueblo perfecto (plagado de andaluces y extremeños), con su raza perfecta (repleta de extremeños y andaluces), etc., vamos, que a mí, con esto de la eugenesia, me recuerdan un tantito a Hitler.

Sin embargo, decir boicot, no es del todo exacto. Lo que realmente está pasando es que el pueblo ha decidido ser solidario y plural con su país, España, y con todas las realidades regionales que lo forman, porque nos hemos cansado ya de que ciertas regiones continúen disfrutando, en detrimento de las otras, de unos privilegios y beneficios concedidos desde que vivía Franco, el ogro, culpable, junto con Aznar, de todo lo que pasa ahora en "estepaís", antres conocido como España. Por eso no es un boicot.
Simplemente pasa que los españoles estamos ahora fomentando y ayudando, pluralmente, al crecimiento y desarrollo intrínseco de otras realidades regionales menos favorecidas, para con las que no hay pluralidad, y que también tienen derecho a crecer y desarrollarse económica y socialmente. Estamos haciendo caso, también, a algún "aristóteles" del Gobierno catalán que nos ha dicho que hay que consumir productos de cercanía; naturalmente, Cataluña está en una esquina allá arriba, a la mayoría de la gente le pilla más a mano otras realidades regionales españolas.
Basta ya de que toda la industria se concentre en dos puntos de la realidad nacional. Queremos pluralidad para todo y paridad regional, hagamos planes e infraestructuras para que zonas como Soria (fría y dura), Toledo, Palencia (con "p"), Teruel (¡existe!), Albacete, etc., crezcan igual que lo han hecho muchas otras ciudades, general y pluralmente vascas y catalanas.
Consumamos productos fabricados en otras regiones ricas en alimentos de la tierra y que no reciben tantas ayudas de conveniencia del partido político en el poder.

¿No es, pues, justicia para España, y para las regiones menos desarrolladas, acabar de una vez por todas con el monopolio productivo y de distribución de dos Comunidades Autónomas favorecidas injustamente mediante chantaje político?
Por ello, con talante, adjuntamos esta dirección (http://www.hasta-los-huevos.com/descargas/productos_catalanes_y_alternativas.pdf) donde hay una lista gracias a la cual podrás, en consenso con los demás miembros de tu prole y sólo después de haberlo dialogado y libremente -no como los que quieren cerrar la COPE para que sólo se oiga su voz- elegir si comprar productos de la región catalana, o si "plurificas" tu pasta comprando productos de otras realidades regionales que forman también parte de España, porque ¡viva el cava de La Rioja, los cogollos de Tudela, las morcillas de Burgos, la cecina de León, los jamones de Teruel y la riqueza micológica de Soria!; por ejemplo.*