sábado, febrero 04, 2006

EL CHULO DEL OCHO

Ayer hizo estelar y rumbosa aparición, faltaba Edward Elgar para interpretar con pompa y circunstancia tan magna e ilustre presencia. Habiendo tanto glamour se echó de menos allí a nuestra Ministra de Cultura con su acorazonado vestido fucsia, podríamos decir que también faltaban nuestros insignes artistas -que otro año más no han colocado su "celulóidica" plasta subvencionada en la ceremonia de entrega de los Oscars- podríamos si no fuera porque -excepciones testiculares como la de Imanol Arias- el 99% de ellos son avestruces de coge el dinero y corre, cagones indignos y casi peor, demagogos de partido, comprometidos de compromiso adquirido, pegatina ad hoc, camiseta interesada.

Apareció en la Audiencia, otra vez, el terrorista llamado Arnaldo Otegui y no lo hizo solo, parecía un boxeador tutelado por Don King, lo hizo entre flashes de fotógrafos y escolta de salvajes, burros coceadores que a más de un periodista le descuajeringaron una espinilla. Ver lo que vimos ayer por televisión da un asco que abruma, cómo alguien acusado por terrorismo en todas sus variantes, menos el asesinato, aparece como una prima donna y la Policía se queda mirando mientras los matones del terrorista -de los cuales, si se hubiera hecho criba, más de uno hubiera sido encausado por a saber qué y cuántos delitos cometidos en las Vascongadas- usurpaban funciones y hacían de antidisturbios callejeros.

A las persona decentes el episodio nos trajo a la memoria las películas de gánsteres, nos pareció que veíamos a Al Capone paseándose por Chicago, perdonando vidas, con su amigo Frank Nitti y su cohorte de matarifes. Pero lo que más nos recordó es a todos los indicios y pruebas que apuntan a la negociación repugnante repleta de cesiones, en la que el Gobierno está inmerso con los terroristas etarras.
Desde la no ilegalización del PCTV, a todos esos guiños de presuntos avances y mejoras democráticas y normalizaciones, pasando las melifluas palabras de los socialistas que hablan de "terrorismo de baja intensidad" y defienden que los etarras que lleven tres años sin matar, mientras cientos de miles de vascos viven acongojados y son presionados diariamente por la calle, señalados, o en sus negocios, chantajeados, sin olvidarnos de los mítines permitidos, precisamente a Otegui hace pocas semanas, donde otra vez la policía, esta vez la autonómica, hizo de convidado de piedra y aún nos preguntamos si no se tomarían los ertzainas unos txakolís con los terroristas. Para rematar la ignominia vamos al último y reciente bochornoso acontecimiento que el Fiscal General del Estado ha llevado a cabo contra el Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional,
el “tocahuevos”, según el recolector de nueces.

Para colmo de males, y como compendio y paradigma de lo que se avecina, algunos
en la Fiscalía favorecen el recurso que interpuso Henry Parot al Tribunal Supremo, donde pide que se fusionen sus dos condenas de 30 años cada una en una sola, de manera que saldría dentro de apenas cuatro años, a los veinte de haber ingresado en prisión por nada menos que 82 asesinatos. Por supuesto el “dimitido” Eduardo Fungairiño era enemigo íntimo de esta idea y por supuesto al señor Cándido Conde-Pumpido -quien ha intentado expedientar, sin éxito, tres veces a Fungairiño en los 20 meses que lleva en el cargo- esto le molesta mucho porque entorpece las negociaciones con ETA, que pasan por las excarcelaciones, perdones y acercamientos, y ha aducido, para la destitución, desobediencia. Pero ¿qué desobediencia puede llevar a cabo un fiscal que actúa contra los asesinos? Pues ésa que están pensando, desobedece porque en el Gobierno no quieren actuar contra ellos ¿más pruebas que todo lo expuesto anteriormente?

Sí, una más, Fungairiño molesta en pleno macrojuicio contra el entorno de ETA, la pregunta razonable en un estado de derecho donde la Justicia es uno de los garantes de la Libertad y la Democracia es bastante clara ¿por qué el señor Fiscal no dice nada de las juergas, excesos y fiestas que se están corriendo los abogados de los proetarras en dicho juicio?
Por ello, y parafraseando a Otegui la última vez que lo mandaron a prisión, ¿esto lo sabe Conde-Pumpido?

Pues sí lo sabe, claro que lo sabe. Todo. Él es el brazo ejecutor del Gobierno.