viernes, febrero 10, 2006

ESPAÑA NO SE MERECE UN GOBIERNO QUE MIENTA

Esto se ha desmadrado, es una orgía innecesaria de mentiras, falacias y basura -nadie se nos moleste, si lo puede decir Su Solemnidad, nosotros también, faltaría-, es una vergüenza nacional e internacional, algo impropio de una democracia y algo impropio incluso de la propia política, cosas veredes.
Y, qué quieren que digamos, pues que empezamos a preocuparnos gravemente, porque si para las izquierdas la mentira es un arma revolucionaria, ya no nos queda más que pensar que nuestro Gobierno planea una revolución, y conociendo su apego por el delito estamos por ir a pertrecharnos. Por lo menos para morir como en Little Big Horn.

Lo peor de todo es que son mentiras innecesarias y que son mentiras insultantes, son burdas manipulaciones y porquería esparcida que podría estar muy bien en el cubo. No hay necesidad de mentir de esta manera, no hay ninguna de hacerlo sobre este tema en particular, sobre el Cougar de Herat.

Que se hayan cargado la Comisión de Investigación, que la toquitearan como si fuera una chica que se deja en la noria, que aquello fuera un repugnante espectáculo de prestidigitación y mentira, tiene una razón, porque les iba el cargo en ello. Callar cómo y qué hicieron para llegar al gobierno, qué sabían, e impedir que se supiera lo que sabían que no se podía saber, es lo propio si uno está en el PSOE, que vive de eso, pero hacerlo gratuitamente, por la cara, porque sí, como una patología... Es repugnante.
Esto, obviamente, nos conduce a la mayor de las desconfianzas y ascos, si nos mienten en cosas que no son absolutamente trascendentales para su devenir político, si nos mienten a pie de tumba, si nos mienten jugando con los sentimientos de las familias, si nos mienten por nada, qué no habrán hecho por todo.

El señor Bono, nuestro condecorado Ministro de Defensa, es el emperador de la mentira. Es un as, es un monstruo, es un fenómeno, todo un "crack", tanto que ya empezamos a dudar, si hubiera una olimpiada, qué puestos ocuparían Su Solemnidad, el Presidente Rodríguez Zapatero, y el portavoz del Gobierno de los GAL, el que el 13 de marzo nos regaló el título de esta columnita, don Alfredo Pérez Rubalcaba; cómo quedarían frente a tamaño campeonísimo de la Mentira.

Ha comparecido Su Excelencia innumerables veces para dar cuenta de los hechos y -frente a los juicios sumarísimos que se le han hecho al antiguo Ministro, Federico Trillo, por el recurrido caso del Yak42- hasta donde alcanza nuestra memoria ahora nadie ha culpado al Gobierno de la desgracia, de aquella tragedia que nos pilló de vacaciones, mientras nuestros militares morían en Afganistán.

Y Su Excelencia miente sobre el tema, mienten todos en el Gobierno, y Su Solemnidad, el Presidente, el primero porque no se puede permitir el lujo de que el pueblo sepa que el patriota de la libertad, el optimista antropológico, el infinito ansioso de la paz, el padre de las niñas que le pidieron que se trajera a los soldados de Iraq tiene en Afganistán soldados, gente de guerra en una zona de combate y pegando tiros cuando es menester. Y no se pueden permitir esto porque así llegaron donde están, tras la pancarta pacifista y la congoja nacional del 11 de marzo convenientemente conducida el 13. No pueden quemar públicamente la pancarta del NO A LA GUERRA, aunque su gente, benévola siempre con sus barbaridades -“son unos hijos de puta, pero son nuestros hijos de puta” que decía Kissinger– les perdona todo con tal de que no gobiernen los “fascistas”.

En su última comparecencia Su Excelencia condecorada, cuando presentó el informe definitivo sobre la tragedia, mintió como un auténtico bellaco. Si ésta fuera algo parecida a la España de los Reyes Católicos que tanto lamenta Su Excelencia, seguramente sería nuestro "dartagnan" nacional y acumularía una cantidad inaudita de duelos. Lástima para los ofendidos que a partir del segundo, inclusive éste, tuvieran que conformarse con asistir al funeral. Lástima, decimos, porque su Excelencia prefiere morir a matar, y deducimos que el primer duelista le daría muerte sin duelo. Gran Ministro de Defensa el nuestro, valiente.
Mintió porque, no sólo ocultó datos, sino que los manipuló, los tergiversó y al hacer balance en unas cuantas ocasiones dijo todo lo contrario de lo que hoy hemos conocido, las entrevistas oficiales, del propio ejército, a los tripulantes y pasajeros de lo que se ha dado en llamar “el segundo helicóptero” -ése que, a Dios gracias, al aterrizar bruscamente no produjo bajas- el ET-659.

Recordemos que se impuso la ley del silencio entre los militares de ese helicóptero por parte del Gobierno, para que nada se supiera; recordemos que el padre de uno de los militares, Gregorio Peñafiel, dijo que había visto árabes corriendo y oído disparos y que no había un viento excesivo.

Recordemos que las conclusiones que expuso el Ministro no determinaban las causas, pero sí las no causas y como alguna explicación tenía que dar repartió la culpa entre el piloto, el viento y dificultad del vuelo.
Todo queda desmentido en el informe.

Con él en la mano, no sólo vemos que todos coinciden en que hubo disparos, pese a que el ministro lo niega, sino que hubo gente que salió de una casa y uno de los artilleros incluso se extraña de que en el poblado por el que pasaban no hubiera nadie en la calle mirando, como siempre ocurre. Sabemos ya que todos pensaban que habían sido atacados, que pensaban que el otro aparato había sido derribado, que no había apenas viento, incluso que el poco que había era de cola.

El ministro negaba que el vuelo fuera de combate, y los que estaban allí tienen la impresión absolutamente contraria, se parecía a los vuelos que se realizaban en Iraq, no eran de especial dificultad, pero se realizaban sobre un teatro de operaciones. Cuando cayeron se desplegaron, desplegaron la baliza y dispararon e hicieron esto porque tenían la impresión de que habían atacado al otro aparato y porque oyeron disparos.

El documento es oficial, es veraz por ello – aclaramos este punto ya que a los tribunales de honor mediático les preocupan tanto estas cosas- y los testimonios coinciden y son directos, tomados con la exhortación a esa veracidad. Ha sido filtrado a la Cadena COPE, a ver si algunos -aunque les cueste un gran dolor de cabeza de tanto pensar- van comprendiendo porqué se difama a esta cadena de emisoras, a sus profesionales y hasta se pretende cerrar.

Aquí está el informe. Quien lo quiera leer, pulse, quien quiera seguir con la venda pensando lo maravilloso que es el talante de nuestro Gobierno, que cierre su explorador y siga viviendo en el mito de la caverna.

http://www.cope.es/documentos/informe_et659.pdf