miércoles, febrero 08, 2006

LA DELGADA LÍNEA ROJA

Como si no fueran suficientes la vergüenza y la ignominia, la tierra que tira el Gobierno sobre las víctimas del terrorismo, el orín sobre las tumbas, ahora han tenido la felicísima idea de preguntarles a las víctimas por el “límite” que no podría rebasar el Gobierno ante una hipotética negociación con ETA.

Vayamos por partes porque todo a la vez no pude ser, aunque nos chorreen las meninges maldiciones e improperios no podemos dejarnos llevar.

Estos señores del Gobierno se han pensado que toda España es tan pusilánime como ellos, señores, señores, por favor, no fastidiemos –por no decir otra cosa- que aquí los únicos que se bajan los calzones sin pudor son ustedes.
Lo hacen con los nacionalistas, ¡puñeta! pactar para gobernar, sea, pero lo suyo es claudicación inmoral, síndrome de Estocolmo o, peor aún, una venta del patrimonio nacional; lo hacen con la morería, el islam (sumisión) -mientras machacan a la Iglesia Católica- y ya están pidiendo perdón por cosas que ni han hecho traicionando a nuestros verdaderos aliados, los daneses; lo hacen con Mohammed VI, sí, sí, ya sabemos que pese a que han llegado los materiales que según el Ministro Alonso faltaban para la valla megatridimensional “chachi que lo flipas”, no vamos a levantar la dichosa valla, no se enfade el primo de Marruecos, y encima cediendo territorio nacional; lo hacen con Chávez y Castro, ahora vendrá Evo a ver de qué color llevamos los gregüescos, y como nos escantillemos mucho a lo mejor aparece un nuevo comunista loador de genocidas y le ponemos su nombre a la -hasta ese momento- Avenida de la Constitución.

Pero es que esto ya es desvergüenza nacional, ¿cómo se puede tener la indecencia de pedirles a las víctimas por una “línea roja”? Oiga, señor Presidente, ¿usted se cree que víctimas pueden ceder más?, ¿cómo le pregunta usted a los hijos Alberto y Ascen qué van a ceder?, si les han robado su infancia entera, su vida entera, su familia, sus sueños, las vacaciones, los domingos por el parque, los Reyes Magos…

Y expliquen, sean amables, qué es ir “más allá de la estricta justicia” con los terroristas, será más bien “más acá”, porque más allá sería acogotarlos en la calle, torturarlos, secuestrarlos, asesinarlos y enterrarlos en cal viva, tampoco hace falta que vuelvan ustedes a hacer unos GAL, pero no, no es eso, ya lo sabemos. Están ustedes pensando más bien en todo lo contrario, en más que “más allá”, en “más acá”, en darles prebendas y amnistías, acercamiento de los presos a las Vascongadas, rebajas de condenas, y no nos extrañaría que hasta subvenciones. Si los terroristas quieren “gestos” llévenles un mimo o un guiñol, pero dejen de hacer barbaridades y vulgaridades.

Por otro lado nadie con dos dedos de frente y máxime teniendo como tenemos los pelos de la burra en la mano se cree que estén ustedes hablando de hipotéticas negociaciones. Aquí huele a negociación de viejo, y ojo, lo malo no es eso, lo malo es que ya han negociado algunas cosas y otra vez, bajada de calzones; o peor, están bajándose los calzones para empezar a negociar, con lo cual ya han cedido antes de sentarse a hablar. Comprendan que conociéndoles a ustedes nos echemos a temblar, porque el día que sus durísimos rottweilers de las cumbres europeas se pongan a la tarea nos podemos dar por jorobados. Nos vemos a Irene Villa haciendo servicios sociales en una erriko taberna llevándoles a los “chicos” los txikitos en una bandeja sobre las piernas.

Ustedes, señores, lo que tienen que hacer es la ley, y respetarla –para variar-, y dejar que la apliquen quiénes tienen que aplicarla, sin interferencias y sin concesiones pusilánimes, sin fastidiar a las personas de bien, que los gobiernos están para servir al pueblo no para tocarles la moral, sobre todo la moral de las víctimas, muchas de las cuales lo son por sus servicios a España, por sus servicios a la Democracia, a la Libertad, cosa que ustedes, señores del Gobierno, en su constante política de la claudicación, el downloading trousers, como lo llaman algunos amigos de gruporisa.com, no están haciendo, porque no están ustedes sirviendo al pueblo, están haciendo el ridículo internacional día sí y día también, desgajando una nación centenaria, vendiéndonos a los que nos llaman “el enemigo” y cediendo todos los días ante los totalitaristas del mundo.

Ni sir Neville Chamberlain en sus tiempos de llevar los pantalones por los tobillos fue tan torpe como Su Solemnidad, señor Rodríguez Zapatero. Él al menos no tenía de quién aprender y mire por dónde, él sí era un patriota, equivocado en sus métodos, pero un patriota.

Dejen las líneas rojas, los límites y los gestos, las claudicaciones, las cesiones y las concesiones, y pónganse a trabajar.

Lo único negociable con los terroristas es el color de los barrotes de su celda.
Gregorio Ordóñez.