Dos años de legislatura escuchando a nuestros progresistas en el Congreso, al alimón con sus socios exprimidores de gobierno, que el PP está solo. Dos años escuchando a Mariano Rajoy diciendo que prefiere estar solo que mal acompañado y que de estar solo lo está solo con más de nueve millones de españoles.

Cuando el PP lleva a cabo la legalísima y constitucional -diga lo que diga nuestro nuevo y flamante, nunca mejor dicho, Ministro de Interior, el violador de la Ley Electoral- petición de referéndum con una pregunta clarísima y a la que el PSOE debería adherirse inmediatamente, pues de ahí emana su poder y en ella, en la igualdad, se supone que se basan las ideas que dicen defender ("¿Considera conveniente que España siga siendo una única nación en la que todos sus ciudadanos sean iguales en derechos, obligaciones, así como en el acceso a las prestaciones públicas?"); saltan nuestros progresistas a la yugular intentando deslegitimar un acto tan democrático como éste, hasta el punto de que desde sus soles mediáticos indican al democrático pueblo de izquierdas cómo alterar e incordiar en la recogida de firmas a través de internet.

"No menos grave" es que algunos gaznápiros callejeros -impulsados por la "crispación", que dicen sus jerifaltes promueve el PP- hayan asaltado en alguna ocasión y al grito de "¡fachas!" -piensa el ladrón...- el chiringuito que los peticionarios populares tenían -legalmente- en plena calle para recoger firmas. La solidaridad del Presidente y sus adláteres condenando los actos nos ha llevado a llorar casi tanto como lloró ayer en el juicio el Comisario que detuvo ilegalmente, y con órdenes expresas del Gobierno, a dos militantes del PP por estar cerca de un Ministro que estaba en una manifestación a título personal, con sus 7 guardaespaldas y el fotógrafo del Congreso.

4 millones de firmas ha presentado el PP pidiendo el referéndum. Cuatro millones de los que se ha reído la Vicepresidenta del Gobierno porque, para ella, la derecha somos basura, su padre debe de estar revolviéndose en la tumba dicho sea de paso. Los cuatro millones, señora Vicepresidenta, son casi la mitad de los votos obtenidos por el PP en las últimas elecciones, ésas que según ustedes han sido muy legítimas.
Los cuatro millones suponen más que los votos obtenidos por todos los partidos que hoy en el Congreso señalan al PP y le dicen que está solo.

Los cuatro millones son más que las uniones homosexuales que se van a producir en España a saber en cuántas centurias.

Los cuatro millones son más que los beneficiarios de cualquier ley para minorías que desde el Gobierno han aprobado porque son muy demócratas. Porque en Democracia pesan más unos cuantos miles que cuatro millones. En la democracia socialista, naturalmente.

Por si acaso no nos cree alguien adjuntamos una captura, con su enlace y todo, de la propia página del Ministerio donde están los resultados de las últimas, y legalísimas, Elecciones Generales.

Que se las sumen las niñas del Presidente, que parece ser son muy listas. A saber de quién son.