lunes, septiembre 11, 2006

BLA, BLA, BLA...

Por todos es ya sabido que tenemos un Presidente que no nos lo merecemos, y en ese todos entran los que lo saben; los otros, los rastreros, los paletos, los vividores -los subvencionados y los enchufados ad digitum y los beneficiarios del nepotismo-, los del "queremos saber antes de votar" y ahora nos importa un pepino, los amnésicos, los traidores o, simplemente, los buenos o los menos buenos, sí se lo merecen, que para eso le votaron, a él y a su caterva de inútiles iletrados.

No sólo no nos lo merecemos nosotros, tampoco se lo merecen en Europa... bueno, el futuro presidiario Chirac y el centrifugado del "Eje" por la fracasada Merkel, la verdad es que también se lo merecen; pero en el resto de Europa, ¡criaturitas! -como diría don Manué- ¿qué han hecho? Ayer mismo les atizó Su Solemnidad un discurso de los que hacen época. Un discurso empalagoso, vacuo y lamentable, y aún peor, un discurso en el que hace gala de una cultura sólo a la altura de la Ministra que sabe menos latín que pelos tiene en el apellido.

Ahora nos enteramos de que para acabar con el terrorismo la única medicina es la acción política. Si Su Solemnidad en lugar de tener memoria (selectiva) histórica para su abuelo, la tuviera para la historia global quizá sabría que un tal Chamberlain se bajó de un avión cierto día de 1938 con un papel firmado y que un tal Churchill vaticinó: You were given the choice between war and dishonor. You chose dishonor and you will have war...

Durante su clase magistral de Historia el Presidente tuvo el detalle de contarnos también la del terrorismo, pero se pasó por el arco del olvido que estamos en el S.XXI y que a día de hoy -con lo que en peligrosa tecnología y grandes medios significa "a día de hoy"- sólo hay una religión que use el terrorismo, y peor, que de las dos ideologías que lo han utilizado, una es la suya, y de esto no hace muchos años, y cuando decimos no muchos años no nos vamos hasta los GAL. No nos vamos a más de dos años y medio.

Para que en Europa sepan que no hay causas e ideologías que justifiquen el terrorismo y que es una infamia y una barbarie y perogrulladas similares no hace falta que les mandemos a nuestro Presidente. Probablemente pensarán -ellos que no tienen que sufrir los silencios colaboracionistas de PRISA y saben qué pasa aquí- cómo es que tan gran ideólogo y magnífico y competente gobernante no acaba con el terrorismo doméstico, cómo es que los futuros asesinos son de momento habituales pirómanos de fin de semana y fiesta local, cómo es que los empresarios cuando van a abrir el buzón lo hacen en tal estado de nervios no atinan con la llave, cómo es que una compañera de partido del ideólogo y magnífico y competente gobernante no puede salir sola ni a por el pan, cómo es que en los juicios se amenaza de muerte a los jueces, cómo es que se permite y ampara y hasta se justifica que una horda por fin de semana salga a la calle a pedir la libertad de los terroristas, cómo es que en un mes el gobernante ha recibido dos avisos de los terroristas para que cumpla lo pactado, cómo es que el Gobierno del país vecino da un aviso un día sí y dos no sobre el rearme de los terroristas, cómo es que del mayor atentado de la historia del país el Gobierno dice que está todo claro cuando no se conoce ni qué explosivo se utilizó.

Ante semejante panorama casi es mejor para nuestra horna que el Presidente coja los aviones que sea menester, para lo que considere menester, bien para llevar a sus niñas de campamento, bien para comprar una corbata en Harrods o bien para ir a ver a su santa hacer gorgoritos en la orquesta más subvencionada por los bolsillos de los españoles. Al menos así no les da la paliza a los pobres europeos y aún mejor -por aquello de la vergüenza nacional- no se preguntan cada vez que le escuchan qué clase de país es ése que tiene 11 millones de personas capaces de votar a semejante botarate.

Podría ser peor queridos vecinos, pero no se las prometan muy felices que José Blanco está listo (aunque esto sea imposible) para participar en "Eurorrisión".