sábado, marzo 17, 2007

NAVARRA, NAVARRA, NAVARRA

Ahora mismo está teniendo lugar una manifestación en Pamplona por la defensa de Navarra y su Fuero, y la defensa de España en general.

Los signos de debilidad del Gobierno ante la mafia etarra -expertos en el chantaje capaces de hacer huelga de hambre para someter a un ejecutivo elegido por once millones de personas- nos sirven como paradigma de una situación bochornosa; el Gobierno sólo sabe decirle "NO" al otro partido mayoritario, un partido que ha obtenido nueve millones y medio de votos en unas Elecciones Generales no muy regulares (lítote), precedidas de un delito social y político gigantesco como la violación de la Jornada de reflexión.

Encontramos una recomendación literaria en la web de FUNDACIÓN PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA y dentro de ella un trozo muy clarificador y que viene a avalar la llamada Rebelión cívica que desde hace tres años se produce en España:

"la secesión, aunque no sea más que por lo que tiene de expolio y de saqueo, ¿podría tener lugar pacíficamente? ¿Acaso cabe esperar que los españoles permanezcan cruzados de brazos ante el espectáculo ofrecido por unos individuos que, avalados por pactos y convenios burocráticos, semiclandestinos, se disponen a apropiarse de un patrimonio en el que todos tienen parte irrenunciable? ¿Hasta tal punto se habrá enfriado la sangre de los españoles que nadie está dispuesto a perder ni una gota en el forcejeo con los expoliadores?" (España no es un mito. Claves para una defensa razonada, Gustavo Bueno, Ed. Temas de Hoy, 2005, pp. 123-124).

La cuestión no es ya una lucha política, no es un enfrentamiento entre los dos grandes partidos anteriomente citados, no estamos hablando de lo que la progresía ha dado en llamar la "crispación" provocada por un partido "franquista", "facha", "caduco", etc., si no que hablamos del derecho de los ciudadanos españoles a defender su patria, su nación, la integridad del suelo que les vio nacer, donde nacieron sus ancestros, sus ascendientes, donde quieren que nazcan sus descendientes, un país cuyo Estado mantienen con sus impuestos, gran parte de los cuales han ido, van e irán a estas regiones independentistas y anexionistas. Estamos hablando de la defensa de la propia Constitución española (Artículo 2).

Estoy hablando de mi derecho a proclamar que mi patria es España, que tengo el derecho, y el Estado -hoy regido por un Gobierno detentado por un partido traidor- la obligación, de defenderlo, amarlo y respetarlo.
Eso están haciendo -ya que el Gobierno no vale más que para sacar leyes estúpidas y propagandísticas- miles de personas ahora mismo en Navarra y hemos hecho otros cuantos millones en los últimos tres años.

Porque como decía una señora que conocí "más caga un buey que cien golondrinos".