lunes, junio 04, 2007

MUERTO EL PERRO SE ACABÓ LA RABIA

[...]La negativa del terrorista a colocarse la pulsera fue desmentida el pasado viernes por el Ministerio del Interior, pero ha sido este lunes confirmada por el portavoz de Askatasuna, Juan María Olano, quien ha explicado que el etarra rechaza esa posibilidad de control porque no es "un perro".

Claro que no es un perro, los perros, bien educados, tienen corazón y son buenos amigos de hombre, te pueden traer hasta las pantuflas en lugar de 9 mm de plomo, sin embargo, y pese a la paradoja, en este caso hablamos de un hijo de perra, pero que no es un perro, en realidad es un gusano... Comienza a parecerse a la Quimera don Ignacio, un poco de león, un cacho de cabra y otro poco de serpiente. También es un poco serpiente "nuestro" de Juana, alguien que repta, venenoso, taimado, repugnante... vamos... como dicen en Andalucía "la bisha". No sabemos dónde deja lo del león, pero lo que está claro es que lo del cacho de cabra lo pasa a cacho cabrón.

Pues aquí el señor -habrá que darle honores visto como lo trata el Gobierno- dice que se volverá a poner a dieta si le colocan la pulserita telemática. ¡Cojones!, claro... si lo tienen controlado a ver cómo va a volver a diñarse al alguien, si es que no tienen corazón las autoridades. Más que la pulserita, si tuviéramos un Gobierno en condiciones, lo que tendrían que hacer es ponerlo entre rejas, y si le da por no mover más el bigote... pues dejadlo, coño, dejadlo tranquilo y que -como dicen otra vez en Andalucía- se vaya con tos sus muertos. Tanta paz lleve como descanso deja y sobre todo, que se acabe la rabia de una santísima vez.

Pero al Gobierno le faltan pelotas, o mejor dicho, le sobran compromisos, así que me da a mí que tendremos rabia para rato.