viernes, octubre 14, 2005

SINFONÍA DE SILBIDO Y ABUCHEO NÚMEROS 1 Y 2

Hace pocos días y a través de una encuesta para El Mundo tuvimos noticia de que el PP aventaja al PSOE en intención de voto por primera vez desde el 14M.
Mi "optimismo" es moderado, se trata sólo de medio punto, además hay que añadir el hecho de que es una encuesta, y las únicas encuestas fiables que conocemos son las elecciones, pero no nos cabe duda de que algo de verdad tiene que haber. No porque lo desemos, que lo deseamos, sino porque ante tanta inutilidad gubernamental algún españolito tiene que haber reaccionado, ante tanto engaño, alguno tiene que haberse desengañado.

Diría que me extraña que la ventaja, de apenas medio punto, no sea superior, pero con la cultura del paisanaje y el fuego mediático que rodea al PSOE, la verdad es que hasta me asombro, entre comillas, de que en sólo año y medio muchos españoles hayan cambiado de opinión y algunos se hayan arrepentido.

En el último mes, sólo en éste, el Gobierno ha llevado a cabo algunos de los episodios nacionales e internacionales más tristes y lamentables.

La aprobación del asesinato de España, con la complacencia del Presidente que en su día dijo que apoyaría el Estatuto tal y como saliera del Parlamento catalán, es a nuestro juicio lo más grave. Es también, a buen seguro, lo que más daño está haciendo al Gobierno y al PSOE, donde ya hay muchas voces discordantes.

Las olimpiadas melillenses, salto de valla, 100 metros alambrada, tiro olímpico, boxeo, etc., y con nuestros militares haciendo de árbitros, silbato en ristre y sin munición en sus armas, tampoco están favoreciendo al Gobierno. El día de la Hispanidad vimos a los legionarios gritando que Ceuta y Melilla son España y todos tenemos en los tímpanos las pitadas y gritos contra el Presidente cuando hizo su aparición en la Plaza de Colón, episodio repetido esta misma mañana en Salamanca.

Para colmo de males, merced al testimonio del padre del piloto del segundo Cougar de Afganistán, el que hizo el aterrizaje de emergencia, sabemos que sí hubo ataque, sabemos que les han prohibido decir ni mu a los militares y sabemos que el Gobierno miente, lo sabíamos ya referente a otras cuestiones, pero sobre el triste episodio afgano, aunque no estaba claro, había muchas incógnitas.
El Gobierno se dedicó a echarle la culpa de la caída del aparato al viento, primero y después insinuó que pudo ser un error del piloto, lejanas hipótesis estas a la esgrimida y jaleada sobre el Yak 42, donde la culpa era, cómo no, del PP, de Aznar y Trillo.

Alguien puede preguntarse que por qué el Gobierno miente sobre ésto, por qué no decir que hubo un ataque y zanjar el episodio.

La respuesta es fácil, admitirlo es admitir que España en el año 2005 -un año y medio después de la victoria electoral de los pancarteros contra la guerra, en el primer año y medio del mandato del señor del talante, del optimista antropológico, del aliado civilizador, del patriota de la libertad, del padre de las niñas que querían que nuestras tropas volvieran de Iraq- está participando en una guerra.

Nunca me cansaré de decirlo, si vis pacem para bellum.