sábado, noviembre 05, 2005

MÁS DE UN MILLÓN DE AMIGOS

Llevamos ya un año y medio con la misma cantinela, miento, más de un año y medio, pues desde que el Gobierno de España estaba en manos del PP y los antidisturbios de las izquierdas empezaron con las cargas para desalojar a los populares, escuchamos eso, que por cierto al final me va a deprimir, de "las soledades". Parece que las izquierdas se pasan el día citando a don Antonio Machado, aunque no creo porque viendo el nivelazo de los diputados progresistas me temo que no sepan ni dónde nació Machado. “Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla…”.

Bien, al grano. Hablábamos de las soledades, en concreto de la soledad, esa soledad que todos los días en el Congreso tienen que oír los diputados del PP de labios del partido del Gobierno y de los demás grupos de la oposición, bueno, de lo que debería ser oposición, pero que no lo es porque, como todos los grupos que hay en el Congreso son totalitaristas, traidores independentistas o proterroristas, como el partido del Gobierno, pues en lugar de oposición hay, lo que en Andalucía occidental se denomina, “mamoneo”.

La cuestión es que el PP, es cierto, está sólo, como partido político, en su defensa de España. Está solo con su masa social de, después del 13M, mínimo, nueve millones setecientos mil votos, que ya decía la canción “yo quiero tener un millón de amigos…”, pues pa´chulo Rajoy, oiga, que tiene más de nueve -para envidia de Roberto Carlos- y los que se estará ganando, porque quiero pensar que no todos los socialistas serán totalitaristas, independentistas, proterroristas o traidores, y que alguno habrá abierto los ojitos en este año y medio de no se sabe qué, además de desintegración nacional y ridículo internacional, está haciendo el Gobierno del PSOE.

Ayer por la tarde se fue a Barcelona la cúpula del PP a una Reunión Interparlamentaria, algo apasionante seguramente, en ella, naturalmente, y más siendo en Barcelona, se habló del Estatuto de Cataluña, eso que además de ser inconstitucional, asesina a España como Nación, más que nada porque dentro de una nación no pude haber otra; y de la postura firme del PP en defender la Constitución como principal garantía, pues de ella nacen las demás, de la unidad nacional y los derechos en igualdad de todos los españoles. Pues a algunos señores de ERC les pareció mal, lo consideran una provocación. Concretamente, un “aristóteles” de los que pululan por el panorama político regional, y que se da en llamar Joan Ridao, ha dicho que “(el discurso) de la derecha española, como se vio durante el debate de la toma en consideración en el Congreso, consiste en crear un clima de confrontación guerracivilista con el único objetivo de erosionar electoralmente al PSOE”.
Seguramente este señor cenaría y todo anoche y luego dormiría, incluso. Increíblemente los señores que se pasan la vida restaurando memorias históricas de los muertos sólo de un bando, poniéndole a un estadio olímpico pagado por todos los españoles -también los centralistas opresores de Madrid-, el nombre de un asesino, golpista en independentista como Companys, pidiendo papeles archivados en otros lugares de España porque “se los robaron” tras la Guerra Civil, van a acusar a otros de “crear un clima de confrontación guerracivilista”.
Siendo esto grave, por el cinismo que chorrea, no es tan grave como el hecho de creerse los amos de la barraca, de pensarse que pueden decirle a los demás qué hacer o no y de acusar al PP de catalanofobia.

Esta caterva de cuatreros han asaltado el rancho por la fuerza, se han colado saltando la valla y se han pensado que las tierras son suyas, que ellos son el rancho, de hecho, y tratan a los catalanes como reses, las marcan y las separan y les ponen el cencerro, las trasladan y conducen por los límites de “su” propiedad y deciden qué van a comer o qué no, incluso dónde van a pasar la noche si se cae, producto de sus tejemanejes económicos, el establo llamado El Carmelo.

Señores de ERC, CiU, PSC y sucedáneos, el resto de los españoles, políticos del PP incluidos, iremos por Cataluña cuando nos plazca y a hacer lo que nos plazca, siempre, por supuesto, respetando la ley, claro está, que es más de lo que de una banda de forajidos totalitaristas como ustedes, según estamos viendo, se puede esperar.

Somos más de un millón, somos amigos y sobre todo, somos mejores que ustedes, que no es muy difícil, pero ahí queda.